PREGUNTA # 10 – En su Traducción Interlinear de las Escrituras Griegas, Juan 14:14 muestra el pronombre de objeto directo ‘’me’’ en el texto original que hace falta. Una traducción literal palabra por palabra sería algo como: “si alguna vez cualquier cosa deberían pedir en el nombre de mí, esto haré”. Por lo tanto, si esa oración se traduce correctamente, eso significa que podemos orar al mismo Jesús en su nombre. Si podemos orar a Jesús en su propio nombre, ¿No nos quiere decir eso algo acerca de su identidad?

RESPUESTA: Una traducción palabra por palabra no es realmente una traducción. Es una transliteración. Y muchas veces al leer una transliteración, algunas partes son difíciles de entender, a menos que uno conozca el idioma original de donde proviene el texto. La tarea de un traductor es dar sentido al idioma original al traducirlo de la mejor manera posible para transmitir el significado deseado.

Obviamente, la transliteración de Juan 14:14 es bastante extraña: “Si alguna vez cualquier cosa ustedes deberían pedirme en el nombre de mí esto haré”. Es por eso por lo que incluso los productores trinitarios de la Biblia han traducido el versículo de la misma manera que la TNM. Por ejemplo, la versión Reina Valera de 1960, la cual es ampliamente usada por los evangélicos, dice lo siguiente: ‘’Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.’’

Es bastante patético que una persona defienda el uso de una transliteración en lugar de una versión traducida correctamente, incluso una versión publicada por trinitarios. Ese hecho demuestra la perversidad de aquellos que utilizan cualquier medio posible para distorsionar lo que realmente nos dicen las Escrituras. Cuán ciertas son las palabras del apóstol Pedro, quien escribió lo siguiente acerca de las cartas de Pablo: En todas sus cartas se refiere a estos mismos temas. Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender, que los ignorantes e inconstantes tergiversan, como lo hacen también con las demás Escrituras, para su propia perdición.(2 Pedro 3:16 – NVI)

PREGUNTA # 11 – Esteban oró a Jesús en Hechos 7:59. Su traducción cambió el significado del texto por obvias razones. Sin embargo, sabemos el significado de su oración porque la Watch Tower lo admitió en su versión de 1950 de Hechos 7:59. Además, el sentido común nos dice que es una oración, ya que Jesús no estaba cerca de Esteban cuando murió y dijo “recibe mi espíritu”. Si se le puede orar a Jesús, ¿Qué nos quiere decir eso acerca de su identidad?

RESPUESTA: Esteban no le oró a Jesús. Esta es una demostración vívida de cómo personas ignorantes e inconstantes tergiversan las Escrituras. Del mismo modo que un mago trata de desviar la atención del observador para que no note como se lleva a cabo un truco, el trinitario intenta atraer la atención de quienes los escuchan mediante un solo texto, dejando a un lado el contexto.

El truco consiste en lograr que quienes los escuchan no razonen correctamente, sino que se dejen llevar por lo que ellos afirman. Pero una simple lectura del contexto revela que Esteban tuvo una visión milagrosa, una epifanía. Vio los cielos abrirse y vio al Hijo del hombre de pie a la diestra de Dios. Luego de que Esteban describiera su visión, los judíos enloquecidos de rabia lo apedrearon hasta la muerte, momento en el cual Esteban habló con Jesús y le pidió que recibiera su espíritu.

Obviamente, muy pocas personas han visto a Cristo o a Jehová en una visión. Uno de los pocos que alcanzó a tener una experiencia similar fue Juan. Todo el libro de Apocalipsis consiste en visiones que él tuvo mientras estaba en la isla de Patmos. Juan le habló a Jesús en sus visiones. ¿Estaba orándole el anciano apóstol? Claro que no. Él simplemente participaba en lo que contemplaba.

Esteban tampoco le estaba orando a Jesús en ese momento. Él simplemente estaba dándole testimonio a los judíos acerca de la resurrección y ascensión de Cristo al cielo. Y dado que Jehová había hecho de Jesús la resurrección y la vida, lo cual significa que se le dieron las llaves de la muerte y la Tumba, era más apropiado que Esteban le pidiera a Jesús que recibiera su espíritu.

Irónicamente, lo último que dijo Jesús antes de expirar fue: “En tus manos encomiendo mi espíritu”. Pero, claro está, ningún trinitario reconocerá que Cristo apeló a Jehová para que le devolviera la vida en un futuro. Pero eso es precisamente lo que hizo.

El que Esteban participara en una visión sobrenatural no es algo que sea entendido correctamente por los trinitarios. Ellos creen que Esteban y todos los cristianos del primer siglo le oraban habitualmente a Jesús, no a su Padre. Pero no hace falta decir que, si alguien experimentara hoy una visión tan impactante de Jehová y Cristo en el cielo como la de Esteban en el mismo momento en que fuera ejecutado, lo más probable es que esa persona hablara con Jesús, incluso para pedir su salvación. Pero, por supuesto, ningún embaucador que tuerza las Escrituras afirmará ese hecho.