PREGUNTA: Estaba leyendo su ensayo titulado “El anticristo viene”. Allí se indica que lo que está actuando como una restricción para el hombre que desafía la ley es el Cuerpo Gobernante. Pero en su ensayo titulado “El dragón se quedó de pie sobre la arena del mar” usted declara que quien ha estado actuando como restricción para el hombre del desafuero es Jesús, quien es la cabeza de la congregación. Estoy confundido, ¿es Jesús o el Cuerpo Gobernante?

Son ambos. En el ensayo del anticristo, la razón por la que afirmé que el Cuerpo Gobernante estaba actuando como una restricción fue para enfatizar el hecho a menudo pasado por alto de que ellos ya no son los custodios legales de la corporación Watchtower. La junta directiva es quien decide en que se gasta el dinero y sus miembros son los propietarios legales de la institución.

Aun así, nada puede tener éxito o fracasar a menos que Cristo lo permita. ¿Qué dice la Biblia al respecto? “A menos que Jehová construya la casa, de nada sirve que los constructores trabajen duro en ella. A menos que Jehová proteja la ciudad, de nada sirve que el guardia se quede despierto” (Salmo 127:1).

En la antigüedad hubo hombres que fueron designados por Dios para puestos de autoridad, pero que luego se volvieron infieles. El rey Saúl fue un ejemplo de esto y también lo fue Salomón. Se podrían mencionar muchos otros ejemplos, pero el punto es que Dios les permitió seguir su propio camino y después actuó para corregir las cosas y volverlas a poner en el curso que él quería. 

Cuando Jesús estuvo en la Tierra, eligió a Judas como uno de los 12 apóstoles. Aparentemente, Judas fue fiel al principio. Pero, más tarde, se convirtió en ladrón, pues robaba de la caja del dinero que tenía a su cargo. Sin embargo, no podía hacerle ningún tipo de daño a Jesús hasta que Dios quitara la restricción que había puesto. Durante la última cena, Jesús le entregó a Judas un pedazo de pan como señal de lo que iba a hacer y Satanás entró en él. Más tarde, esa misma noche, Judas condujo a los romanos y a una multitud judía al jardín donde sabía que estaría Jesús. Fue entonces cuando Jesús reveló que Jehová les había quitado la restricción, pues dijo: “Entonces Jesús les dijo a los sacerdotes principales, a los capitanes del templo y a los ancianos que habían ido allí a buscarlo: ‘¿Salieron con espadas y garrotes como si yo fuera un ladrón? Día tras día estuve con ustedes en el templo y no me pusieron las manos encima. Pero esta es la hora de ustedes y la hora en que gobierna la oscuridad’” (Lucas 22:52, 53).

Judas fue un tipo del hombre que desafía la ley, puesto que a ambos se les llama “el hijo de la destrucción”. 

En el capítulo 11 de Zacarías, Jehová declara lo siguiente: “Porque permitiré que surja un pastor en el país. No cuidará a las ovejas que se estén muriendo; no buscará a las crías ni sanará a las heridas ni alimentará a las que se puedan tener en pie. En vez de eso, devorará la carne de las ovejas gordas y les arrancará las pezuñas. ¡Ay de mi pastor inútil, que abandona al rebaño!” (Zacarías 11:16, 17). 

Tenga en cuenta que Jehová dijo que permitiría que este pastor se levantara. Y es en este mismo capítulo donde se predice acerca de las 30 piezas de plata, el pago que recibió Judas por traicionar al Hijo de Dios. No obstante, esta profecía tiene que ver también con la segunda venida de Cristo.

Actualmente podemos ver su cumplimiento. El Cuerpo Gobernante, como institución, se ha convertido en el predicho pastor inútil. Las Naciones Unidas han dicho que es necesario que las personas reciban las mal llamadas vacunas de ARNm. Aunque existen alternativas medicinales efectivas contra el COVID-19, estas no están permitidas. Y a pesar de que miles han muerto y siguen muriendo a causa de estas inyecciones e incluso aquellos que las han recibido han contraído el virus y hay preguntas aún más desconcertantes sobre el propósito del contenido de grafeno de estos elixires, el Cuerpo Gobernante ha cumplido diligentemente con el mandato de la institución a la que ellos califican de ser “la cosa repugnante”. Han llegado incluso al punto de amenazar con acciones judiciales a quienes no estén de acuerdo con esta decisión. Verdaderamente, el pastor inútil ha abandonado al rebaño. 

Tal vez algunos miembros del Cuerpo Gobernante no estuvieron complemente de acuerdo con el programa de vacunación, pero igual no pudieron detenerlo. Aparentemente, Cristo le ha dado a alguien el pedazo de pan. 

Pregunta: He notado que un par de personas ya hicieron esta pregunta y algunos le dieron respuesta. Sin embargo, yo quisiera que se aclarara, por favor. Si Cristo se manifestará a los elegidos, ¿cómo sabrán los demás que eso ha sucedido? Hay un pasaje bíblico que habla de sueños y visiones, ¿se cumplirá ese pasaje cuando eso suceda?

Jesús dijo que se levantaría nación contra nación y reino contra reino, que habría hambre, epidemias y grandes terremotos. También predijo que “habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y en la tierra, angustia entre las naciones, que no sabrán qué hacer ante el rugido y la agitación del mar. La gente se desmayará del miedo y la ansiedad por las cosas que van a venir sobre la tierra habitada, porque los poderes de los cielos serán sacudidos. Entonces verán al Hijo del Hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria” (Lucas 21:25-27).

Los eventos que Jesús describió serán imposibles de ignorar. Y con ese telón de fondo, Jesús dijo que “por causa de mi nombre, van a ser llevados ante reyes y gobernadores. Esto servirá para que ustedes den testimonio” (Lucas 21:12, 13). 

El ver al Hijo del Hombre viniendo en una nube es una alusión al capítulo 7 de Daniel, donde en la visión que el profeta tiene se nos muestra a alguien parecido a un hijo del hombre que viene con las nubes de los cielos, a quien se le da acceso al Anciano de Días. Obviamente, la coronación de Cristo en el cielo no es algo que los humanos puedan ver literalmente. Mateo aclara esto al especificar que las naciones verán la señal del Hijo del hombre cuando aparezca en el cielo, momento en el cual sentirán un pavor enfermizo, lamentándose al saber cuál será su destino final. Ver una señal no es lo mismo que ver literalmente al Hijo. En otras palabras, el mundo sabrá que será Cristo, no una invasión extraterrestre o algo así.

En el capítulo 8 de Romanos, Pablo nos indica lo siguiente: “Por eso pienso que los sufrimientos del presente no son nada en comparación con la gloria que va a ser revelada en nosotros. Porque la creación espera con gran expectación la revelación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sometida a la inutilidad —no por su propia voluntad, sino por la de aquel que la sometió— tomando como base la esperanza de que la creación misma también será liberada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios” (Romanos 8:19-21).

Obviamente, la “creación” que espera ansiosa el Reino no es toda la humanidad. Aquellos que sean condenados cuando “vean” al Hijo de Dios no esperan que venga el Reino. Por otro lado, aunque los testigos de Jehová sí lo esperan ansiosamente, la Watchtower no comprende lo que implicará la revelación de los hijos de Dios.

Así como Jesús se reveló ante algunos de sus discípulos fieles después de su resurrección, después de que Cristo se manifieste a los elegidos, vendrá la revelación de los hijos de Dios a la “creación”.

Qué mal por aquellos que enseñan la mentira que todos los cristianos son ungidos y van al cielo. Se descalifican a sí mismos para ser hijos de Dios o la “creación” que espera tener también aquí en la Tierra la gloriosa libertad de los hijos de Dios.

Pregunta: Tengo una pregunta muy importante con la que realmente espero que me puedan ayudar. Si una persona criada en la verdad aún no se ha bautizado, ni predica las buenas noticias, ni ha cambiado su vida de acuerdo con lo que Jehová requiere, pero sabe inequívocamente que Jehová es Rey, pero por alguna razón ha estado esperando a que las cosas en su vida cambien, ¿dónde la deja esto? Para el mundo es una persona “buena”, pero hasta ahora no ha tenido el coraje de poner en práctica lo que sabe. 

La respuesta a esta pregunta la encontramos en lo siguiente que Jesús nos indicó:

“Entonces, ¿por qué me llaman ‘¡Señor! ¡Señor!’ pero no hacen las cosas que digo? Voy a mostrarles a quién se parece la persona que viene a mí, escucha mis palabras y las pone en práctica. Es como el hombre que, para construir una casa, cavó muy hondo y puso los cimientos en la roca. Por eso, cuando vino una inundación, el río dio con fuerza contra la casa, pero no la pudo sacudir porque estaba bien construida. Por otra parte, el que escucha mis palabras pero no hace nada es como el hombre que construyó una casa en la tierra, sin cimientos. El río dio fuerte contra la casa, y al instante se vino abajo. Fue tremenda la caída de aquella casa” (Lucas 6:46-49).