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Con la conmemoración de la muerte de Jesús este 4 de Abril, parece apropiado hablar una palabra de aliento a aquellas almas preciosas que han sido invitadas por Jehová mismo a una esperanza celestial.

Pero por favor, en ningún momento pensemos que somos merecedores incondicionales del favor de la vida por parte de Dios. Debido a nuestra naturaleza caída, es muy fácil menospreciar lo que Jehová Dios y su Hijo Jesús han hecho por nosotros. El apóstol Pablo llamó a esta actitud que en ese momento privaba en la congregacion unguida de Corinto como una “Seguridad que rayaba en presunción”; esto hacia referencia a que aparentemente algunos Cristianos unguidos de Corinto creían ser más merecedores que otros del don de la vida y del favor de Dios.

Desafortunadamente tal “Seguridad” de la que habló inspiradamente el apóstol Pablo parece haber echado sus raíces en la Sociedad Watchtower en los últimos tiempos. ¿De qué manera? Como institución, la Sociedad Watchtower presume de hablar el lenguaje puro de la verdad y de presidir sobre un paraíso espiritual. 

Como ejemplo reciente de esta falta de modestia, en la edición del 1 de Marzo del 2004 de la revista La Atalaya, la Sociedad Watchtower presume de haber pasado la prueba en 1919 y de ser el Esclavo Fiel y Discreto desde entonces. También presume haber sido nombrada sobre los bienes de su Amo. Sin embargo, de acuerdo al consejo de Jesús a las siete congregaciones, el juicio sobre la congregación unguida no sucede sino hasta el comienzo de la Gran Tribulación.

En relacion a esto, por muchas décadas la Sociedad Watchtower a enseñado a los testigos de Jehová que la elección de los 144000 miembros de la Novia de Cristo terminó en 1935. -De hecho, al aplicar la parábola de las virgenes discretas y de las virgenes necias al periodo 1914-1919, la Sociedad Watchtower, de manera inconsciente, nos dice que la puerta se cerró en ese tiempo-. Por consiguiente, como resultado de esta enseñanza errónea la mentalidad actual dentro de la organización es que cualquier persona que crea ser partícipe del llamado celestial recientemente está cometiendo un error y por lo tanto son vistos con descofianza; como si de alguna manera, ellos fueran inferiores a sus hermanos mayores, y; por lo tanto, indignos del favor de Dios.

La actitud prevaleciente es tal que a algunos de estos nuevos unguidos se les ha cuestionado su estado de salud mental.-De manera interesante, algunos familiares de Jesús también creyeron que Él había perdido la razón (Marcos 3:21). Algunos de nuestros hermanos y hermanas han hasta sido intimidados, y por lo tanto se abstienen de proclamar su llamamiento celestial en público al no participar de los emblemas cuando estos se muestran en la Cena del Señor. Esto no puede agradar a Jehová Dios.

De manera interesante, la condición de hoy refleja la misma situación que vivieron los herederos del reino en el Primer Siglo; solo que al revés.

Consideremos cuidadosamente las palabras de Pablo a los Corintios.

En el capítulo 4 de 1Corintios, Pablo, de manera sarcástica, les dijo a sus hermanos: “Ustedes ya están satisfechos, ¿verdad? Ustedes ya son ricos ¿verdad?, han empezado a reinar sin nosotros, ¿verdad?”

En contraste, Pablo dijo que él, y los apóstoles como él, eran hombres marcados para la muerte.

“Y verdaderamente desearía yo que hubíeran empezado a reinar, para que nosotros también reinaramos con ustedes. Porque me parece que a nosotros los apóstoles, Dios nos ha puesto últimos en exhibición como hombres designados para muerte, porque hemos llegado a ser un espectáculo teatral para el mundo; tanto a hombres como a los ángeles. Nosotros somos necios por causa de Cristo, pero ustedes son discretos; nosotros somos débiles pero ustedes son fuertes, ustedes tienen buena reputación pero nosotros deshonra. Hasta la hora actual continúamos padeciendo hambre y sed y escasamente vestidos y siendo maltratados y estamos sin hogar y afanándonos, trabajando con nuestras propias manos. Cuando se nos injuria bendecimos, cuando se nos persigue, soportamos, cuando se nos difama, suplicamos; hemos llegado a ser como la basura del mundo, el desecho de todas las cosas, hasta ahora”

Para entender bien el por qué Jehová permite que sus amados hijos experimenten sufrimiento y calamidades; tal y como los apóstoles experimentaron, es necesario apreciar los asuntos que están envueltos. De acuerdo a Satánas, los siervos de Dios solo le sirven debido a la propia conveniencia de ellos. Tal y como se nos dice en el libro de Job, Satánas afirma que si se nos presiona, nosotros; sin duda alguna, terminaremos negando a Dios. Por lo tanto, para poner en claro este asunto de una vez por todas, Jehová permite que varias tipos de sufrimientos y calamidades les ocurran a este grupo selecto que está destinado a padecer sufrimientos al mismo grado de los que padeció Jesús. Es por eso que Pablo nos dice que estos 144000 son unespectáculo teatral ante los hombres y ante los ángeles.

Para algunos la persecución viene desde afuera, para otros la persecución procede de sus propios hermanos.

En los tiempos de Pablo no todos los hermanos sufrieron igual. Aparentemente, en la Congregación de Corinto algunos llevaban una vida relativamente fácil. Ellos no solo vivían comodamente y gozaban de prosperiad material sino que también gozaban de la alta estima de la congregación. Ellos vivían una vida sin problemas, como si ya hubieran comenzado a reinar con Cristo.

De manera similar, en nuestros días muchos de los ancianos unguidos gozan de la alta estima y del respeto de todos dentro de la organización. A diferencia de los apóstoles; particularmente los miembros del Cuerpo Gobernante y otros miembros unguidos del Establecimiento Betel, ellos viven como reyes. El hermano Fred Franz, un hermano que dedicó casi toda su vida al servicio de Jehová, en una ocasión dijo que nadie vivía mejor que él y citó sus viajes a través del mundo y otros privilegios. Obviamente, él dijo esto de una manera inocente y fue un reconocimiento público del favor de Jehová hacia él; sin embargo, sin darse cuenta, él dijo lo que dijeron muchos en Corintio: Que ellos ya estaban satisfechos y habían empezado a reinar.

De cualquier forma, esto en nada se compara con las persecuciones y necesidades que sufrió Pablo.

Por lo tanto, el Cuerpo Gobernante y otros unguidos de mayor edad son “Discretos en Cristo” y son sinónimo; en la mente de la mayoría de los testigos de Jehová, de ser el Esclavo Fiel y Discreto; mientras los más jovenes son considerados unos pobres tontos.

Los unguidos mayores son considerados como torres de fortaleza, y han aplicado a sí mismos la profecía de Isaías y dicen ser “Grandes árboles de justicia”, mientras que los jovenes son considerados como unos pobres y débiles arbustos.

Como los Emperadores de Corinto, nuestros hermanos unguidos mayores gozan de “Buena reputación” y se habla de ellos en tono reverencial por la mayoría de testigos, mientras que los más jovenes son vistos con desprecio y se desconfia y se murmura de ellos; algunos hasta han sido expulsados de sus congregaciones por crueles ancianos, y sus familas.

Los miembros más recientes que han sido unguidos por Jehová son considerados como una escoria.

De manera muy sútil, los unguidos mayores a través de las páginas de su revista La Atalaya, han preparado el escenario para que sus hermanos menores sean un “Espetáculo público” y de esta manera sean perseguidos por la misma congregación.

Considere por ejemplo lo que nos dice La Atalaya del 15 de Febrero de 1982:

“En cuanto a la posibilidad de “Nacer de nuevo” y llegar a ser un reemplazo en la última hora, es obvio pensar que solo algunos de los que pertenecen al resto unguido abandonaría su llamado celestial al ser infiel. El número de ellos ha sido reducido a unos cuantos miles. Si fuera necesario reemplazar a alguno de ellos, ¿A quién elegiría Jehová? Acerca de aquellos que son invitados a ser apóstoles de Jesús se nos dice: “Ustedes son los que han estado conmigo en mis tribulaciones”. (Lucas 22:28). Logicamente, Jehová eligiría a alguno que ha estado asociado por muchos años y que ha demostrado aguante y lealtad bajo tribulación mas bien que alguien que recientemente se convirtió en discípulo de Jesús y tal vez no haya sido probado en muchos aspectos. Esto no lo decimos de manera dogmática o para tener una base para juzgar la afirmación de alguien, sino para ayudar a alguien recientemente asociado y evitar la presunción y asegurarnos de la forma como Jehová trata con ellos.”

Al leer estas palabras nos damos cuenta que practicamente la Sociedad Watchtower le dice a Dios como hacer las cosas; esto a pesar de que ellos dicen “No juzgar cualquier afirmación”. Al hacer esto, la Sociedad Watchtower ha “Enseñado” a los hermanos y a las hermanas la clase de personas que Dios elige. A pesar que está por terminar la onceava hora deberíamos preguntarnos: ¿Sería “lógico” que Jehová sólo eligiera alguien que es considerado fuerte y sabio?

Pablo dijo a los Corintios que Dios: “Escogió las cosas necias del mundo para avergonzar a los sabios; y Dios escogió a las cosas débiles del mundo para avergonzar a las cosas fuertes del mundo, también Dios escogió las cosas innobles del mundo y las cosas menospreciadas; las cosas que no son, para reducir a nada las que son, a fin de que ninguna carne se jacte a la vista de Dios.”

La “Lógica” de la Sociedad Watchtower está en contra de la revelación que se le dio al apóstol en lo que respecta a las intenciones y propósitos de Jehová. Si Dios se limitara a elegir a aquellos que “Han estado asociados por muchos años y que han mostrado aguante y fidelidad bajo tribulación”,¿No sería esto motivo para afirmar que ellos son más merecedores del favor inmerecido de Dios?, ¿No sería esto motivo para presumir que; debido a algún mérito propio, esta persona fue elegida sobre las demás ovejas por ser especial? Pero, ¿Qué habitante de la tierra puede afirmar que él verdaderamente merece ser llamado a reinar con Cristo Jesús en los cielos?

De acuerdo al apóstol Pablo, los requisitos principales para el llamamiento celestial es que la persona deba ser débil, necio, y despreciado. Por lo tanto, si nos basamos en este criterio llegamos a la conclusión que muchísimos llenan los requisitos.

Debido a esto, podemos decir que el ser relativamente joven y unguido entre los testigos de Jehová en este momento es un verdadero reto y una oportunidad para demostrar la fe y lealtad de estas personas. No hay duda que Jehová ha permitido que se desarrolle este clima de intolerancia de tal manera que se completen los sufrimientos del entero Cuerpo de Cristo.

Obviamente, en el Primer Siglo no existía la todopoderosa Sociedad Watchtower. Sin embargo, en nuestros días parece ser que son “Esas cosas fuertes” y las “Cosas que son” las que han de ser humilladas, tal vez incluida la llamada “Organización Visible” de Dios, así con todas sus actitudes y aires de grandeza.

Los nuevos unguidos de Jehová parecen estar destinados a jugar un papel muy específico en el propósito de Dios de humillar a toda carne delante de sus ojos. ¿De qué manera?

“Finalmente, en la Onceava Hora”

Contrariamente a lo que la Sociedad Watchtower ha especulado respecto a la última hora, parece ser que los nuevos unguidos están lejos de ser unos simples reemplazos de otros. La ilustración de Jesús respecto a la onceava hora es muy significativa para nosotros hoy. En Mateo 20:1-15 leemos:

“Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, un amo de casa, que salió muy de mañana para contratar obreros para su viña. Cuando hubo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a la viña. Saliendo también cerca de la hora tercera, vio a otros que estaban desocupados en la plaza del mercado, y a aquellos dijo: Ustedes también vayan a la viña y les daré lo que es justo. De modo que ellos se fueron. Él volvió a salir cerca de la hora sexta y de la nona, e hizo lo mismo. Finalmente, salió cerca de la hora undécima y halló a otros que estaban de pie y les dijo: ¿Por qué han estado aquí de pie desocupados todo el día? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado y entonces él les dijo: Ustedes también vayan a la viña.

Cuando empezó a anochecer, el amo de la viña dijo a su encargado: Llama a los obreros y págales su salario, procediendo desde los últimos hasta los primeros. Cuando vinieron los hombres de la hora undécima, recibieron cada uno un denario, Por eso cuando vinieron los primeros, concluyeron que ellos recibirían más, pero ellos también recibieron pago a razón de un denario. Al recibirlo se pusieron a murmurar contra el amo de la casa y dijeron: ¡Estos otros trabajaron una sola hora; no obstante los hiciste iguales a nosotros; nosotros que soportamos el peso del día y el calor ardiente. Mas él respondió a uno de ellos: Amigo: No te hago ningún mal. Conviniste conmigo con un denario, ¿No es verdad? Toma lo tuyo y vete. Quiero dar a este último lo mismo que a ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con mis propias cosas? ¿O es inicuo a tus ojos porque yo soy bueno? De esta manera los últimos serán primeros y los primeros serán últimos.”

¿Que interpretación le da la Sociedad Watchtower a esta ilustración?

Según ella, la ilustracion aplicaba principalmente a los Fariseos. Supuestamente ellos fueron los que trabajaron todo el día y “Soportaron el calor del día”. Los trabajadores de la hora undécima representan supuestamente a los apóstoles. De manera similar, la Sociedad Watchtower aplica esta parábola a la Cristiandad. El clero supuestamente fue contratado primero al comienzo del día y desde 1919 los Cristianos unguidos representan a los obreros de la hora undécima. Pero, ¿Verdaderamente dirigió Jesús esta ilustración a los Fariseos o al clero de la Cristiandad? Analícemos bien esta pregunta:

Jesucristo comenzó su ilustración diciendo: “Porque el reino de los cielos es como.”

Como con muchas de las parábolas, Jesús trataba de ilustrar un aspecto distintivo del reino de Dios. Ahora nos preguntamos: ¿Fueron alguna vez los Fariseos invitados al reino de Dios?

No, según las palabras de Jesús.

En el capítulo 23 del libro de Mateo, Jesús dijo a los Fariseos: “Ay de ustedes, Escribas y Fariseos, hipócritas, porque cierran el reino de los cielos delante de los hombres; pues ustedes mismos no entran, ni permiten entrar a los que están entrando.”

Además, ¿Cómo podemos decir que los Fariseos soportaron “La carga del día” como los primeros trabajadores en la viña del Señor? Nuevamente, tal y como lo dijo Jesús, los Fariseos “Ataban cargas pesadas y las ponían sobre los hombros de los hombres, pero ellos mismos ni con el dedo querían moverlas.”

Debido a que Jesús mismo dijo que los Fariseos no tenían parte en el reino de Dios, por lo tanto, bajo ninguna circunstancia esta parábola podría aplicar a ellos, pues no llenan los requisitos para ser considerados obreros en la viña del Señor.

La interpretación de la Sociedad Watchtower nos presenta otra contradicción: Según la parábola, a aquellos que murmuraron no se les negó lo que se les debía pues ellos recibieron su salario. El Maestro les dijo: Convinieron conmigo con un denario ¿Verdad? Toma tu denario y vete.

Por lo tanto, la ilustracion nos dice que tanto los primeros trabajadores, así como los trabajadores de la hora undécima reciben el mismo salario. Pero preguntémonos, ¿Recibieron los Fariseos y los apóstoles el mismo salario del reino? Eso no es razonable ni tiene fundamento bíblico, y por lo tanto, tampoco es razonable aplicar esta parábola al clero de la Cristiandad diciendo que ellos representan los trabajadores molestos, o identificar a los hermanos unguidos a partir de 1919 como los obreros de la hora undécima.

Sin embargo, la ilustración tiene más sentido si la aplicamos a la organización moderna de los testigos de Jehová. Los trabajadores contratados a la primera hora son los ancianos unguidos del Cuerpo Gobernante. Ellos verdaderamente han trabajado incansablemente en el campo todo el día. Los obreros de la hora undécima representan a aquellos que recientemente han sido unguidos y a aquellos que tal vez sean unguidos en el futuro.

Cumpliendo las palabras de la parábola, no hay duda que los ancianos mayores resienten el hecho que los nuevos unguidos recibirán el mismo salario a pesar de haber hecho solo una fracción del trabajo de los primeros obreros. Utilizando las mismísimas palabras de la Sociedad Watchtower podemos decir que el Cuerpo Gobernante nos ha dicho que si Dios va a seguir “Contratando” más gente, entonces estos tendrán que ser de los que ya han pasado mucho tiempo en el servicio a Dios y no un trabajador nuevo.

No hay duda que esta clase de resentimiento ya es evidente en este momento y se hará más pronunciado cuando El Maestro comience a pagar los salarios. Es entonces cuando los últimos llegan a ser primeros y los primeros llegan a ser útimos. Pero, ¿Qué significa esto?

Como ya se mencionó, todos los trabajadores reciben el mismo salario, independientemente del trabajo que hayan realizado. A los dos se les compensa de la misma manera, solo que a aquellos a los que se contrató primero reciben su salario al último y viceversa.

La Sociedad Watchtower enseña que los primeros que terminan siendo últimos son excluidos por completo del reino. Pero, ¿Es cierto esto?

No, segun las palabras de Jesús.

Es bueno notar que, el que los primeros serían los últimos fue predicho por Jesús en más de una ocasión. Por ejemplo, antes de iniciar la parábola de la hora undécima Jesús tuvo un intercambio de palabras con sus discípulos. En Mateo19:27-30 leemos: “Entonces Pedro le dijo en respuesta: ¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido, ¿Qué habrá para nosotros realmente? Jesús les dijo: En verdad les digo, en la re-creación, cuando el Hijo del Hombre se siente sobre su glorioso trono, ustedes también, los que me han seguido, también se sentarán y juzgarán a las doce tribus de Israel. Y todo el que haya dejado casas, hermanos, o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierra por causa de mi nombre recibirá muchas veces más, y heredará la vida eterna. Pero muchos que son primeros serán últimos; y los últimos primeros.”

Es bueno que el lector se de cuenta que el juicio sobre quién es primero y quién es último se lleva a cabo en un tiempo cuando el reino de Dios ya ha empezado a entrar en funciones, y en el contexto que Jesús utilizó esas palabras, este juicio se lleva a cabo primeramente entre aquellos que reinarán con Jesús. Obviamente, los Fariseos no estarán con Jesús en la re-creación, por lo tanto, ellos no pueden ser aquellos primeros que terminan siendo últimos.

En otra ocasión Jesús también conectó el juicio de los primeros que terminan siendo últimos a sus propios discípulos.

En Lucas 13:24-30 Jesús exhortó a sus discípulos, diciéndoles: “Esfuércense vigorosamente por entrar por la puerta angosta, porque muchos les digo, tratarán de entrar pero no podrán. Una vez que el amo se haya levantado y haya asegurado la puerta con cerradura y ustedes comiencen a quedar de pie afuera y a tocar la puerta diciendo: Señor ábrennos, pero en respuesta él les dira: no sé de dónde son. Entonces ustedes comenzarán a decir: Comimos y bebimos delante de ti y enseñaste en nuestros caminos anchos. Pero él les hablará y les dirá: ¡Apártense de mi todos ustedes los obradores de lo injusto. Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes, cuando vean a Abraham, Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero ustedes sean echados fuera. Además vendrá gente de las partes orientales y occidentales, y del norte y del sur, y se reclinarán a la mesa en el reino de Dios. Y ¡Miren!, hay aquellos que serán primeros y hay aquellos que serán últimos.”

El que Jesús haya usado la expresión “Es allí donde será su llanto y su crujir de dientes” nos hace recordar otro pasaje donde se usa la misma expresión y tiene relación con el juicio de los hijos del reino que son considerados como malos esclavos. Por ejemplo, en Mateo 8:11-12 leemos: “Pero les digo que muchos vendrán de las partes orientales y de las partes occidentales y se reclinarán a la mesa con Abrahám e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; entre tanto, los hijos del reino serán hechados a la oscuridad de afuera. Allí es donde será su llanto y su crujir de dientes.”

En conección con la separación final de justos e injustos en el reino de Dios, Jesús también dijo: “Así es como será en la conclusión del sistema de cosas; los ángeles saldrán y separarán los inicuos de los justos y los echarán al horno ardiente: Allí es donde será su llanto y crujir de dientes.”

También Jesús hizo referencia a un hombre que se presentó a la boda con un atuendo inapropiado para la ocasión y cómo este hombre es echado fuera. “Cuando el rey vino a inspeccionar a los invitados, él vio a un hombre sin atuendo para la boda. Por lo tanto, el rey le dijo: Amigo, ¿Cómo entraste sin tu vestimenta apropiada? El hombre se quedo mudo. Entonces el rey dijo a sus siervos: Aténlo de pies y manos y tirénlo a un lugar oscuro. Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes.”

Según la enseñanza de la Sociedad Watchtower, el esclavo fiel y discreto ya ha pasado la prueba y ha sido bendecido con su recompensa; sin embargo, la ilustración de Jesús nos dice que algunos de los invitados; los unguidos, serán hallados indignos en el día del juicio y serán echados fuera del reino de Dios. Respecto a los que son aprobados se nos dice que: “Aquellos últimos serán primeros, y aquellos primeros serán los últimos.”

“La Porción de Benjamin; Cinco Veces Mayor”

El drama bíblico entre José y sus hermanos nos provee un patrón interesante que parece armonizar con el juicio donde los primeros serán los últimos y viceversa.

Los 12 apóstoles de Jesús nos ofrecen un patrón que simboliza a las doce tribus de Israel; por lo tanto, la conección entre el Israel espiritual y el Israel carnal es evidente. En la historia de José, aunque él era el penúltimo hijo de Jacob, debido al hecho que de forma milagrosa él llegó a ser; para efectos prácticos, el soberano de la primera potencia mundial, ejemplifica cómo a Jesucristo se le darán todos los reinos del mundo.

El ser vendido a la esclavitud por parte de sus hermanos, y el ser hecho prisionero de manera injusta por culpa de la dureza de corazón de sus familiares, simboliza el hecho que Jesús tuviera que pagar con su vida por sus hermanos y herederos conjuntos. Y tal como Cristo, José también preparó un lugar de salvación para sus hermanos; o tal y como José lo dijo: “Para preservar la vida Dios me ha enviado antes que a ustedes.” La hambruna que se dio en Egipto; lugar donde vivían Jose y su familia, prefigura la tribulación y la angustia que sobrevendrán al mundo en que vivimos como preludio a la revelación de Jesucristo.

En este drama los diez hermanos se dirigen a Egipto a comprar comida al Faraón. Sin ellos saberlos, José es para entonces el principal administrador de víveres para la entera nación de Egipto. El hecho que él los estaba ministrando sin que ellos supieran simboliza el hecho que Jesús “Vendrá” -Paraousia- y ministrará a sus esclavos fieles durante la conclusión de este sistema de cosas. Una de las “Señales” de su presencia será el hambre literal que azotará al mundo.

Es aquí donde esto se torna interesante:

Después de ordenar a sus hermanos que llevaran a Benjamín a Egipto, quien para ese entonces era el más joven de la familia; el último, por así decirlo; José prepara un banquete para los otros once. Por lo tanto, no es coincidencia que es esto precisamente lo que Jesús promete para el inicio de su paraousia. Lucas 12.37 nos dice: “¡Felices son aquellos esclavos a quien el amo al llegar los halle vigilando. Verdaderamente les digo: Él se ceñirá y hará que se reclinen a la mesa, y vendrá a su lado y les servirá.”

Mientras los once hermanos celebraban el banquete se sentaron a la mesa según su rango; con el mayor a la cabecera de la mesa y con Benjamín hasta el último rincón. Sin embargo; para sorpresa de los hermanos mayores, José sirve a Benjamin una porción mayor que a los demás.

El relato del capítulo 43 de Génesis nos dice: “Y fueron sentados delante de él, el primogénito según su derecho como primogénito, y el más joven según su juventud; y los hombres se miraban unos a otros con asombro. Y él hacia que les llevaran porciones delante de sí, pero aumentaba la porción de Benjamín cinco veces más el tamaño de las porciones de todos los demás. De manera que ellos continuaron banqueteando y bebiendo con él a satisfacción.”

Después de esto, José se reveló a sus hermanos y les aseguró su amor por ellos e hizo provisiones para que su familia completa se mudara a la tierra de Egipto mientras duraba la hambruna. Esto representa cómo Jesús reunirá a sus hermanos espirituales y después de refinarlos se les revelará a ellos en toda su gloria y los llevará a su morada celestial.

Benjamín es una ilustración en lo que respecta al primero siendo el último y al último siendo el primero. Benjamín representa al unguido joven que ha sido elegido recientemente como hijo de Dios y posiblemente a los que serán unguidos en el futuro; los obreros de la hora undécima en la parábola de Jesús. Al comienzo de la paraousia de Jesús, de una forma que en este momento no podemos predecir, la bendición de Jehová estará sobre la clase Benjamín en una medida cinco veces mayor. Aunque imposible de predecir en este momento, podemos esperar que los obreros de la hora undécima reciban la iluminación del espíritu de Dios y de esta manera lleguen a brillar como el sol en el reino de Dios; tal vez delante de aquellos que en este momento son pilares de la organización. Los unguidos mayores se asombrarán de gran manera, tal y como se asombraron los hermanos de José; sin embargo, ellos tendrán que reconocer que la bendición de Jehová está sobre la clase Benjamín, pues el relato nos dice que José bendijo a Benjamín delante de todos: “Cuando él alzó los ojos y vio a Benjamín su hermano, el hijo de su madre, paso a decir:¿Es este su hermano el menor del que me han hablado? Y añadio: Que Dios te muestre favor hijo mio.”

Refiriéndose a todos los creyentes unguidos como partes de un cuerpo humano, Pablo ilustró de manera maravillosa como los miembros más débiles recibirán el honor más grande por parte de Jehová.

En 1Corintios 12:19-26 Pablo escribió: “Si todos fueran un solo miembro ¿Dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos miembros aunque un solo cuerpo. El ojo no puede decir a la mano: No tengo necesidad de ti; o de nuevo, la cabeza no puede decir a los pies: No tengo necesidad de ustedes. Antes bien, con mucho el caso es que los miembros del cuerpo que parecen ser más débiles son más necesarios. Y a las partes del cuerpo que creemos que son menos honorables, a estas las cercamos con más abundante honra y así nuestras partes indecorosas tienen el más abundante decoro, mientras que nuestras partes decorosas no necesitan nada. No obstante, Dios compuso el cuerpo dando más abundante honra a la parte que le hacía falta para que no hubiera división en el cuerpo, sino que sus miembros tuvieran el mismo cuidado los unos con los otros. Y si un miembro sufre, todos los demás miembros sufren con él; o si un miembro es glorificado todos los demás miembros se regocijan con él.”

Toda la gloria sea para Jehová, cuyo deseo es que aquellos que han sido honrados primero sean los últimos al recibir honores en la próxima presencia de Jesús; cuando Él “Dará más abundante honra a la parte que hace falta, al hacerlos primeros.”

Además, a través de Isaías Jehová parece hablar directamente al grupo excluido de Benjaminitas espirituales de hoy, diciendo: “Escuchen la palabra de Jehová aquellos que tiemblan ante su palabra: “Tus hermanos te están odiando, te están excluyendo por causa de mi nombre. Jehová sea glorificado. Él también se regocijará en ti y es a ellos a quien se avergonzará.”

Por lo tanto, beban de la copa mis hermanos y hermanas recientemente unguidas. Tal vez otros los consideren necios y débiles, pero que la siguiente bendición de José aplique en ustedes con toda su plenitud: “¿Es este el hermano menor del que ustedes me habían hablado?” entonces dijo: “Que Jehová te muestre su favor hijo mío.”