Ha sido un largo tiempo de planificación, pero Satanás se encuentra ahora en las etapas finales de tomar al mundo como su rehén. Ahora está claro que la pandemia fue una artimaña para crear pánico y engañar al mundo para que tomara la vacuna. Parece que las inyecciones no tienen tanto el propósito de ser utilizadas como un arma biológica, sino como un sistema de microcomputación autoensamblable capaz de comunicarse a través de la red 5G.

Todas las naciones que hacen parte de la ONU están impulsando enérgicamente las vacunas financiadas por Bill Gates. Y ahora la Watchtower se ha unido a este plan global. La traición de la Organización nos recuerda el capítulo 11 de Zacarías. El pastor inútil ha vendido las ovejas a los compradores.

Sin duda, el sistema informático inyectable no tiene como único objetivo rastrear el paradero de las personas. Eso se puede hacer a través de los teléfonos inteligentes que todos llevamos. Es algo mucho más poderoso que eso. Es un sistema de identificación digital. Y tal vez incluso más que eso. Parece ciencia ficción, pero evidentemente no lo es. Puede ser que las vacunas permitan a un sistema de inteligencia artificial monitorear el habla y los pensamientos e incluso recibir mensajes. ¿Cuál es el punto de todo eso?

Cuando el sistema colapse y se implemente el reinicio, simbolizado en Apocalipsis como la herida mortal de la cabeza de la bestia y su posterior recuperación milagrosa, se dice que a ella “se le dio una boca que decía cosas arrogantes y blasfemias, y se le dio autoridad para actuar por 42 meses. Luego ella abrió su boca para decir blasfemias contra Dios, para blasfemar contra su nombre, contra su lugar de residencia, sí, contra los que viven en el cielo. Se le permitió guerrear contra los santos y vencerlos, y se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación” (Apocalipsis 13:5-7).

El que se le dé una boca corresponde a lo que se describe en el libro de Daniel en lo que respecta al cuerno pequeño emergente con una boca que habla con arrogancia en contra de Dios. Al cuerno pequeño que crece también se le permite hacer la guerra contra los santos y vencerlos.

Se dice que la bestia blasfema incluso vilipendia a los que residen en el cielo. Eso incluiría a Cristo y a los ángeles, pero también a los 144.000, ya que la primera resurrección habrá comenzado para entonces. Aunque un remanente de los santos todavía estará en la tierra una vez que se lleve a cabo el sellado final, ellos tendrán su lugar garantizado en los cielos, como si estuvieran de pie en el monte Sión con el Cordero.

Apocalipsis indica que la bestia blasfemará específicamente contra el nombre de Dios. Aún queda por ver cómo sucederá eso. Indudablemente, será algo impactante. Durante siglos, el Diablo ha ejercido su influencia para que las personas no conozcan el nombre del Todopoderoso. La cristiandad ha puesto a Jesús en el lugar del Altísimo y ha eliminado todo rastro del nombre divino de sus versiones de la Biblia. Por lo tanto, el que se blasfeme contra el nombre del Creador será algo nunca antes experimentado. Significa que la bestia hablará abiertamente contra Jehová, por su nombre.

Si la bestia está destinada a hacer la guerra contra los santos, ella deberá saber quiénes son, dónde estarán y qué estarán haciendo. Dado que los 144.000 tendrán el nombre de Cristo y el nombre del Padre escrito en sus frentes, eso significa que el remanente en la Tierra llevará de manera prominente el nombre de Dios contra el cual bestia blasfemará. No literalmente, por supuesto. Pero hablarán del nombre que la bestia difamará. Los chips de grafeno inyectables podrían jugar un papel en la guerra de la bestia contra los santos, lo cual, nuevamente, explicaría el mandato de vacunación de la Watchtower.

Ahora podemos comprender mejor por qué Jesús les aconsejó a sus seguidores que no temieran a los hombres que solo pueden matar el cuerpo y nada más.