El artículo que llamó la atención la semana pasada en jw.org tenía que ver con que la ola de calor de este verano es el supuesto cumplimiento de una profecía bíblica. Desearía estar bromeando, pero no es broma, así de bajo han caído. Y, como era de esperarse, se citó a la Organización Meteorológica Mundial de la ONU como la autoridad suprema y la fuente de la verdad.

Esta semana han hecho una variación del tema de la ola de calor y han agregado un poco de propaganda antirrusa. El nuevo tema de portada es: “La guerra y el cambio climático empeoran la crisis alimentaria mundial | ¿Qué dice la Biblia?”. Y, nuevamente, citan a la ONU como el conocedor oficial de todas las cosas. Se ha vuelto obvio que el “¿Qué dice la Biblia?” es tan solo un eslogan para despistar al lector. Ellos no tienen interés en lo que dice la Biblia o, más concretamente, en lo que esta realmente quiere decir. El verdadero propósito del artículo es promocionar a las Naciones Unidas.

Como mínimo, la Watchtower debería informar a sus lectores que la noción predominante de que el exceso de dióxido de carbono es responsable del cambio climático es muy controvertida y no es aceptada por todos los climatólogos. Y se está volviendo obvio para un número creciente de personas que no tragan entero que existe una agenda política y mucho dinero detrás la histeria del cambio climático. El que la Watchtower presente el calentamiento global en el mismo contexto en el que los globalistas lo utilizan para impulsar la desindustrialización es bastante revelador.

Yo creí ingenuamente que después de haberse expuesto su asociación política secreta de 10 años con la ONU y haber disuelto apresuradamente su asociación como ONG con el Departamento de Información Pública de la ONU, los líderes de la organización habían aprendido la lección. Pero no fue así. Aquello fue solo un pequeño revés para ellos. La respuesta de la Watchtower a la pandemia, que estuvo a la par de la de la Organización Mundial de la Salud de la ONU financiada por Bill Gates, ha demostrado lo contrario.

Cuando la organización era una ONG de nivel asociado, se requería que presentara anualmente ejemplos de cómo estaba usando sus recursos para informar al público sobre todos los programas e iniciativas de la ONU, para así conservar su acreditación de organización no gubernamental, lo cual hicieron. Lo increíblemente cumplida que fue Betel con sus compromisos como asociada de la ONU se ha documentado minuciosamente en el capítulo “La alianza” del libro Jehová mismo ha llegado a ser rey, el cual puede encontrar www.testigosdejehova.info.

Aunque la asociación política oficial se disolvió, la relación espiritualmente adúltera permanece. Es verdad, un leopardo no puede cambiar sus manchas. Y, con ese fin, muchos artículos de portada en jw.org parecen tener el mismo propósito que los efusivos artículos de la ONU que solían aparecer en las revistas La Atalaya y ¡Despertad!.

Aquí está la cita de la ONU con respecto a la crisis alimentaria:

“La producción y la disponibilidad de alimento se están viendo afectadas por los conflictos, el cambio climático, el precio de la energía y otros factores” (António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, 17 de julio de 2023).

Solo por curiosidad, busqué la fuente de la cita anterior. No es un artículo, sino un video de 7 minutos alojado en el sitio web de la ONU en el que el secretario general lamenta la retirada de Rusia del llamado acuerdo de granos y cómo eso va a causar daño a los países más pobres de África.

Uno pensaría que una organización que aparentemente está dedicada a la verdad, que por su propio nombre afirma ser el centinela de una torre de vigilancia, sería más consciente de lo que sucede realmente y no se dejaría engañar por propaganda, como lo que vomitan las Naciones Unidas.

El llamado acuerdo de granos es solo eso: un acuerdo. Un acuerdo requiere que al menos dos partes concuerden con un cierto curso de acción o inacción. Con respecto al acuerdo de granos del Mar Negro negociado por la ONU que involucra a Turquía, Rusia y Ucrania, se acordó que Rusia permitiría el paso seguro de los buques de carga que exportan granos de Ucrania a pesar de que el área es una zona de guerra. Para los no informados, Ucrania tiene uno de los suelos más ricos del planeta Tierra. Realmente es el granero de Europa.

Según “el acuerdo”, el grano exportado de Odessa iba a ir a las naciones africanas necesitadas y, a cambio de la cooperación de Rusia, se levantarían las sanciones contra la exportación de grano y fertilizantes rusos. La contraparte de Rusia no mantuvo ninguna parte del trato. El grano no se envió a África. El 90% se envió a Europa. Además, no se levantaron las sanciones contra las exportaciones rusas. De hecho, los ucranianos respaldados por la OTAN volaron un oleoducto de amoníaco. (El amoníaco es un componente clave utilizado para fabricar fertilizantes).

Además, los teóricos de la conspiración no aprobados informan que los barcos de grano vacíos que llegaban al puerto transportaban armas y municiones para impulsar la guerra de la OTAN contra los civiles que vivían en lo que antes era Ucrania, pero ahora es parte de la Federación de Rusia. Eso no suena como una locura.

Así que cuando el trato de los granos tenía que renovarse, Putin no firmó. Y, por cierto, Rusia no está reteniendo cereales de África. Está donando 50.000 toneladas a las naciones africanas necesitadas.

Dada la destrucción deliberada y en curso de la capacidad de carga del Occidente industrializado por parte del Imperio británico y la implementación en tiempo real del objetivo de vida del recién coronado rey Carlos para poner en marcha un plan para eliminar a la gran mayoría de la población humana, parece que la interrupción del acuerdo de granos era la intención de los amos de la guerra anglosajones todo el tiempo. Como sabe cualquier persona informada, el Imperio anglosajón ha roto todos los acuerdos que tenía con Rusia, incluido el acuerdo de Minsk. Rusia acaba de convertirse en un villano conveniente, lo cual promueve la propaganda de Occidente. (Para más información, lea el artículo “El Green New Deal y los planes de Londres para reducir la población mundial” en esta misma página).

Lástima que la Watchtower no esté interesada en los hechos del asunto. En cambio, están haciendo su parte para mantener a sus lectores en la oscuridad con respecto a lo que está ocurriendo realmente en el mundo.

Los testigos de Jehová probablemente ven la sutil promoción de la ONU por parte de la Watchtower como inocua. No lo es. Su objetivo es agregar legitimidad a la ONU en alianza con el esquema de los globalistas para destruir el sistema de naciones soberanas e independientes de Westfalia e implementar un gobierno mundial.

Por un lado, promover la ONU va en contra de lo que los testigos de Jehová deben creer que es la ONU. De acuerdo con los hombres de visiones de Betel, las Naciones Unidas son la manifestación de la bestia salvaje de color escarlata descrita en el capítulo 17 de Apocalipsis. También es la imagen de la bestia que exige la adoración de todos en la Tierra, de los que reciben la llamada marca de la bestia, el tan temido 666.

La mayoría de los testigos de Jehová probablemente no saben que la Watchtower afirma que desde 1922, y luego comenzando de nuevo en 1945 (cuando se formó la ONU), las personas han sido simbólicamente marcadas para la destrucción eterna debido a su admiración por las Naciones Unidas. Eso es una pésima noticia para aquellos que presiden la organización, pues eso significa que los líderes de la Watchtower están en la parte superior de la lista.

La increíble hipocresía y traición de la indecorosa devoción de la Watchtower por la ONU es aún más absurda dado el hecho de que el comentario del libro Apocalipsis… ¡se acerca su magnífica culminación afirma que los testigos de Jehová tienen la tarea de parte de Dios de emitir un mensaje atormentador para aquellos con la marca 666 y que deben advertir a la humanidad acerca del peligro de recibir la marca de la bestia. El cómo se supone que los Testigos determinen quién tiene la marca de la bestia es una incógnita. Sea como sea, la verdadera pregunta es: ¿por qué la Watchtower no está cumpliendo con su mandato divino autoasignado?

“Se ha obligado a la humanidad a aceptar la marca de la bestia salvaje, con la intención de que ‘nadie pueda comprar o vender salvo la persona que tenga la marca, el nombre de la bestia salvaje o el número de su nombre’. (Revelación 13:16, 17.) ¡Pero por esto hay que pagar un precio! Jehová considera a los que aceptan la marca como heridos con ‘una úlcera perjudicial y maligna’. Desde 1922 han sido marcados en público como personas que han rechazado al Dios vivo” (Apocalipsis… ¡se acerca su magnífica culminación!, pág. 223, párr. 4).

“A esa ‘bestia salvaje’ simbólica se la conoció primero como la Sociedad de Naciones. Descendió al abismo de la inacción durante la II Guerra Mundial de los años 1939 a 1945 y luego, después de esta guerra, ascendió del abismo en la forma de las Naciones Unidas. Así, desde 1945 existe una situación peligrosa que podría afectar al que se está esforzando por alcanzar la vida eterna en la Tierra hecha un Paraíso. Se le podría engañar a fin de que tomara el derrotero que lo descalificaría de tener su nombre escrito en el ‘rollo de la vida’. Por consiguiente, ahora tenemos que manifestar ‘la inteligencia que tiene sabiduría’ en lo relacionado con nuestra actitud para con la ‘bestia salvaje’ simbólica” (La Atalaya, 1 de abril de 1984, pág. 28, párr. 6).

Si usted está familiarizado con la información presentada en este sitio web, sabrá que prácticamente todo lo que enseña la Watchtower con respecto al cumplimiento de las profecías bíblicas relacionadas con el tiempo del fin es incorrecto. El Reino no llegó al poder en 1914. Tampoco Satanás y sus ángeles fueron arrojados del cielo entonces. Ese simple hecho lo cambia todo.

Ante todo, puesto que el Diablo no ha sido expulsado de las supremas alturas, tampoco la séptima cabeza de la bestia ha recibido la herida mortal que la hará colapsar. Eso significa que la bestia no ha ascendido del abismo. Y, eso a su vez significa que las Naciones Unidas actuales no podrían ser el octavo rey de Apocalipsis. Y eso significa que nadie ha recibido la marca de la bestia todavía.

La herida mortal que recibirá la cabeza de la bestia significa nada más y nada menos que el colapso del Imperio angloamericano y su regreso a la vida como un régimen totalitario. La ONU futura sí podría llegar a ser la imagen de la bestia, una vez el resucitado Imperio angloamericano le dé vida, aliento y poder.

De hecho, ya está en marcha un esquema para transferir la soberanía a la Organización Mundial de la Salud uno de los tantos tentáculos de la ONU cuando se declare la próxima pandemia. El fin del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial ya está a la vista y el desarrollo de algún tipo de moneda digital también está listo, el cual probablemente será el método que utilizará la bestia para evitar que las personas que no cumplan con las normas compren o vendan.

Dado lo avanzados que estamos en el tiempo y la podredumbre de la apostasía de la organización, que incluye su affair ilícito con los gobernantes del mundo venidero, la llegada repentina como ladrón en la noche del Hijo del Hombre no debe estar muy lejos.